
Pues sí, al final ha acabado ocurriendo. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recientemente ha registrado la adicción a lo juegos como enfermedad mental.
¿Por qué ha tardado tanto en ser considerada trastorno?
La principal causa es la oposición de grandes asociaciones psicológicas, tales como la APA (Asociación Americana de Psiquiatría). Estas niegan rotundamente que se trate de una enfermedad; y alegan que no se le debe dar más importancia. Por otro lado, ha ido cogiendo fuerza la idea gracias a algunas tragedias como asesinatos, o violencia doméstica, donde al agresor se lo relacionaba con los videojuegos, y su adicción a ellos.
¿Es malo jugar a videojuegos?
Según un estudio del ISGlobal, jugar a videojuegos mejora el rendimiento académico; pero con unas condiciones. La primera de ellas es limitar las horas de juego; recomiendan, para una persona en etapa escolar, unas nueve horas a la semana. O lo que es lo mismo, algo más de una hora al día.
¿A partir de cuánto tiempo es considerado adicción?
No encontramos una cifra exacta en la que decidir la adicción o no. Pero podemos saber una cifra aproximada, dependiendo de cada persona.
La adicción a los videojuegos se hace visible cuando uno quita tiempo en una actividad para añadirlo a jugar a videojuegos. Un ejemplo sería el siguiente: si dormimos una media de 8 horas, y pasamos 6 en el trabajo, o la escuela; quedan 10 horas libres del día. Es entonces cuando nos encontramos con 10 horas que tenemos que repartir en comer, socializar, hacer deberes, y jugar a videojuegos. Si jugar a videojuegos se lleva un gran número de horas, seguro que estás sacrificando otras áreas. Es ahí cuando la adicción es visible.
A modo de conclusión, decir que jugar a videojuegos no es una mala práctica, ya que, citando a Aristóteles: «En el término medio está la virtud».